domingo, 19 de diciembre de 2010

Carta abierta al Gobierno

Las últimas medidas adoptadas y las no adoptadas por el Presidente Sr. Rodríguez Zapatero, conocidas por todos y que conculcan derechos sociales establecidos (bajada de sueldos, recorte de pensiones, etc.) sin compensación alguna (como podría ser disminución del paro, en especial el juvenil, mejora en la atención sanitaria, etc.), dejan a la mayoría del pueblo español en cada vez mayor precariedad.

Para remate no es sólo el pueblo español el directo sufridor de esta pésima gestión política, ahora también los saharuis se encuentran desamparados ante Marruecos, por un Gobierno español dividido que ayer dice que Sahara es de soberanía marroquí y hoy dice lo contrario.

Con el último cambio de composición del Gobierno se esperaba que acabasen estas divisiones, pero ahí las tenemos.

Creo que ya es el momento de acabar de una vez por todas con esta situación de descrédito gubernametal interior y exterior y la única posibilidad es adelantar las elecciones.
 
(Publicado en ABC de Sevilla, 2010/11/12)

¿Qué libertad nos queda?

Durante el franquismo muchos luchamos por la democracia y la libertad. Hoy, ante cómo se desarrollan los acontecimientos sobre la crisis económica me pregunto en qué ha quedado esa libertad.

A los funcionarios les recortan el sueldo sin negociación y en Andalucía los quieren equiparar a los «empleados públicos» de Agencias de la Junta (*), muchos de los cuales no tienen una titulación equivalente a la del funcionario que ocupa una plaza de semejante responsabilidad, ni han pasado por un proceso selectivo comparable.

A una gran parte de los trabajadores de empresas privadas les han recortado también el sueldo, siguiendo el «ejemplo» dado por el Gobierno, y con el apoyo de éste con su proyecto de «reforma laboral» y la inquietud que eso ha provocado.

Sin embargo nos suben los impuestos al consumo, lo que perjudica a la generalidad de españoles, pequeños empresarios incluidos.

A la aristocracia financiera es a quien únicamente se respeta ¿por qué?. Los argumentos que se han dado no pueden ser más pobres: «aumentar la fiscalidad sobre ellos no supondría apenas nada para la recaudación del Estado» y «hay que mantener tranquilos a los mercados».

¿Quién gobierna a quién?, me pregunto. Creo que está quedando patente que el Gobierno se está doblegando a los imperativos de los financieros. La reunión de «los 39» con Zapatero, la acogida a las declaraciones del dueño de Mango, y otras muchas lo dejan claro.

Zapatero está aplicando mano dura con todo el mundo menos con los banqueros y adláteres, quienes le están dictando y acosando sobre la política social y económica que debe seguir.

Visto que los gobernantes que elegimos en las urnas no son realmente servidores públicos sino que sirven a intereses partidistas y de grupos financieros ¿qué libertad nos queda?.

Estimo que nuestra democracia ha degenerado en una simple partitocracia en la que los afiliados a los partidos medran y se benefician según escalafón y astucia personal.

Con este panorama creo que hay que cambiar nuestro sistema político comenzando por el sistema electoral.

1. Suprimir el bicameralismo que es un coste inútil y superfluo para nosotros los contribuyentes.

2. En lugar de candidaturas de partido, de las que se conoce sólo a dos o tres de veintitantos candidatos, que se divida el territorio nacional en tantos distritos como parlamentarios haya, para elegir un sólo parlamentario por distrito entre los varios candidatos que se presenten.

3. En las comunidades autónomas se aplicaría un sistema semejante.

4. Para los Ayuntamientos se votaría por un alcalde y un representante por cada distrito municipal. Estos últimos formarían un Consejo fiscalizador de la política del alcalde.



Con este sistema los electos se verían obligados a presentarse periódicamente a sus electores para dar cuentas y atender sus peticiones y peguntas (lo que no hacen los cientos de diputados desconocidos que tenemos), pensando en su reelección.

Y si el que elegimos en nuestro distrito electoral no nos gusta, a los cuatro años a la calle (sin subsidio de «paro», dicho sea de paso).

Naturalmente que este sistema no anularía a los partidos, pero la mediación de éstos sobre los cargos electos sería mucho menor que la actual. Desde luego se acabaría con la «férrea disciplina de partido» a la hora de votar en el parlamento.

Apuntes de AutoCad para Bachillerato

El pasado día 9 de este mes publiqué en mi página http://sites.google.com/site/enriquehoyosjimenez/home un archivo de lecciones sobre AutoCad para Bachillerato, de cuando daba clases de Informática. Espero que a alguien le sirva.